Odio profundo
Creo que mis lagrimas hoy tienen nombre mi mente me recuerda quien fui y mi cuerpo quiere alejarse de mí. El día que decida acabar con todo me odiaré por romper mis propias promesas. No sé cómo llegué hasta este punto tan destruida y consumida por mis propios pensamientos. Me arrepiento de sentir de nunca haber hecho algo por mí sabiendo que podía perderme. Ese buen corazón con el que crecí lleva días sufriendo en silencio rompiéndose por completo. Soy un asco, una decepción. Cargo con el peso de ser como soy y sigo odiando cada parte de mí. Me odio hasta el alma por no poder acabar conmigo. Por no poder cambiar la vida que no escogí vivir.