Del desastre nací

No pretendo que alguien

se identifique con este escrito

ni mucho menos que alguien

me lea desde la compasión.

Mi objetivo es expresarme

y desahogarme hasta lo profundo

porque esta es la única forma

que conozco para hacerlo.

A veces escribo, y otras veces me escribo

cuando me lastiman, me destruyen, me desnudan

dejándome cara a cara con mi vulnerabilidad

mi pasado, y el vacío que hay en mi existencia.

Si algún día hallo al culpable de esta desgracia

de esta condena que me domina y me obliga a odiarme

espero no ser yo, espero no encontrarme sentenciada a muerte.

Quizás ya es hora de aceptar que no estoy lista

no estoy lista para subirme en esa embarcación

que lleva por nombre vida.

No estoy lista para amarla

ni tampoco para ocultar mi fragilidad

en momentos donde creo que me ama.

No merezco el sufrimiento, el desprecio

las traiciones, las mentiras

y todo lo malo que venga de esta vida.

El día que mande todo al carajo

quemaré los recuerdos, si es que me quedan

y me reiré en medio de las llamas

porque esa será, ahora sí, la única forma de expresarme.

La única forma de sanar, la única forma de descansar

con paz en mi alma, con palabras en mis labios

gritando abiertamente quién soy:

Soy el desastre que ha dejado el tsunami

soy la marea que siempre está alta.

Soy ese ser que busca ser reconstruido

pero se rompe cada vez más

con cada paso que da.

Soy la vida que no escogí vivir

no soy nada y nací.